PUNTUAL
En aquellos tiempos Dios vio que el hombre era malo, muy malo, desobediente y pecaminoso y se arrepintió de haberlo creado.
«Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho». Génesis 6, 6 y 7.
Con tanta maldad ojalá no provoquemos nada en el corazón de Dios. Afortunadamente dijo, tras el pacto con Noé, que no volvería a destruir la tierra ni todo habitante sobre ella.
Si no fuera así, saber qué le podría pasar a la humanidad por tanta maldad. En extremo la masacre en la escuela primaria Robb, en Uvalde, Texas, Estados Unidos, que causó la muerte de 19 niños y dos maestras.
Dios es Dios y Él sabe por qué pasan estas cosas, pero no cabe duda que si generan dolor en nosotros como humanos, seguramente consternan a nuestro Creador.
Mucha gente habla de odio, pero esto en realidad es maldad, es la posesión de espíritus demoniacos y de muerte sobre este y otros individuos que han provocado tanta muerte. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra contra potestades.
Y por qué pasan tantas cosas horrorosas como esta masacre, porque vivimos alejados de Dios, porque hemos permitido otras prioridades y libertinajes en lugar de principios y valores como el básico: respeto a la vida.
Que Dios tenga misericordia de nosotros por vivir en una sociedad descompuesta. Cambiemos.
Mi solidaridad con los padres de las almas inocentes.

Ilustración de esta nota Vanguardia