
Evelyn Morataya fue Primera Dama de Guatemala en el periodo 2000 – 2004.
La exPrimera Dama y exesposa de Alfonso Portillo, Evelyn Morataya, rompe el silencio en las redes sociales. Este domingo reciente, luego de la extradición a Estados Unidos del expresidente, escribió su postura en Facebook.
El resumen es que para Evelyn, la vida es un aprendizaje constante. Escribe que Alfonso le habló por teléfono unos segundos antes de ser enviado a Nueva York, para enfrentar las acusaciones de peculado. Sólo alcanzó a decirme: «por favor, cuide mucho a Gabriela –hija de ambos-. Mi único deseo es que Gabriela sea feliz. Nunca olviden que yo las amo. Voy a estar bien».
En seguida, el texto completo escrito en su muro:
“He recibido y sigo recibiendo muchos mensajes. Los agradezco profundamente, sobre todo porque en estos momentos de mucha indignación y dolor, son una caricia para el corazón.
En mi posición de madre, la extradición del expresidente Alfonso Portillo adquiere otro valor. Uno que supera temas jurídicos y/políticos. Soy madre de una niña de doce años que ama y admira a su padre. Y el sufrimiento de ella, es el mío. Estamos recibiendo muestras de solidaridad y apoyo de muchas amistades y de personas que quizá nunca estuvieron de acuerdo con el gobierno del expresidente. Acepto todos los aciertos y desaciertos que se cometieron durante nuestro período presidencial. Los acepto con humildad y con valor, porque así es la vida: un aprendizaje constante.
Gabriela y yo acompañamos a su padre en los distintos centros de detención en Guatemala. Fuimos muchas veces al Centro Preventivo de la Zona 18, a Fraijanes, a la base militar de Matamoros y al Mariscal Zavala. Y fuimos de emergencia al Hospital Militar en donde estaba recuperándose de un absceso en el hígado, un derrame pleural extenso, de una neumonía basal derecha y una arritmia cardiaca. El estado de salud del expresidente era y sigue siendo preocupante, no es mentira (aún así él siempre mostró una dignidad y grandeza de ánimo admirables).
Lo que sí es mentira, es la explicación de las autoridades al afirmar que el proceso de extradición del expresidente Portillo había finalizado en Guatemala. No es verdad. Había recursos pendientes por resolver y aunque estos fueran rechazados, tenía derecho a recurrir a ellos en su legítima lucha para evitar ser extraditado a otro país.
Incluso si las autoridades no mintieran (para disfrazar sus faltas) y el proceso de extradición hubiera finalizado, por qué no esperar al menos que recuperara su salud para darle un trato digno de exmandatario? ¿Cuál era la prisa? Por qué no cumplir ni respetar las condiciones de la sentencia de la Corte de Constitucionalidad que cito textual:
«…El estado requirente habrá de otorgar al extraditado los derechos humanos reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos aplicables en su condición de justiciable, en particular su derecho a la vida, su integridad física, psíquica y moral, a no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, que durante su privación de libertad sea tratado con el respeto a la dignidad del ser humano, que le sea proveída la posibilidad de tener un defensor eficiente en la causa, que se le someta a un tratamiento adecuado a su condición de persona no condenada, mientras así lo sea, separándosele, en tanto, de los condenados, que la pena no trascienda de la persona del juzgado, si fuera hallado culpable, y que se observe la norma de que las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación social de los condenados. EL PROCURADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS DE GUATEMALA VIGILARÁ EL CUMPLIMIENTO DE LA CONDICION PREVISTA EN ESTE PÁRRAFO, e informará lo concerniente al Congreso de la República y al Organismo Ejecutivo para que éste adopte por la vía diplomática las acciones necesarias para preservar el respeto a los derechos humanos que tengan naturaleza de inalienables e imprescriptibles. Además, el gobierno guatemalteco debe pedir a los Estados Unidos de América la posibilidad de que, en caso de condena, el procesado pueda cumplir la pena en la República de Guatemala, bajo las condiciones que aquel Estado tuviera a bien disponer.» Esta era una de las batallas del expresidente Portillo en Guatemala: de ser extraditado se respetara la naturaleza de la sentencia de la CC del 26 de agosto de 2011.
«Los malos modos todo lo corrompen, hasta la justicia y la razón», también escribió Gracian en el ‘Arte de la prudencia’. Qué ganó el Presidente Pérez Molina, su ministro de Gobernación y su personal de Cancillería al sacar de manera violenta al expresidente Portillo de un hospital y enviarlo a otro país sin respetar sus derechos? Fueron estadounidenses y autoridades del sistema penitenciario los que rodearon el Hospital Militar e irrumpieron en su habitación la mañana del viernes. ¿Por qué no tener el mínimo dejo de humanidad o de cortesía y avisarle a él y a sus abogados lo que iba a suceder? ¿Por qué el trato de criminal? ¿Por qué la prisa?
La injusticia nos lastima a diario a los guatemaltecos. A unos de una manera a otros de otra. En este caso, ni siquiera es necesario entrar a ver el fondo, son las formas las que a veces cuentan más. «El Estado de derecho no se instala de la noche a la mañana. El imperio de la ley y tener autoridades respetuosas de su supremacía son los cimientos de un edificio que lleva tiempo edificar. No caben posturas a medias» (escribió Federico Reyes Heroles).
Alfonso tuvo oportunidad de hablarme unos segundos desde el aeropuerto. Sólo alcanzó a decirme «por favor, cuide mucho a Gabriela. Mi único deseo es que Gabriela sea feliz. Nunca olviden que yo las amo. Voy a estar bien».
Lamento si no respondo cada uno de sus mensajes, pero sí los leo y los recibo con ese mismo cariño que los han escrito”.

Una de las fotografías que Evelyn Morataya comparte en su cuenta de Facebook.