Columna publicada en elQuetzalteco el 25 de abril de 2009
Por César Pérez Méndez
cperez@elquetzalteco.com.gt
Veritas
Si conociera al autor o autores de esta magnífica campaña social y puntual, no sólo les daría el crédito, sino que los felicitaría, porque está bien pensada y, sobretodo, depende de usted y yo para que tenga efecto.
Desde hace unos días, en el Internet está circulando un correo con el título: «Dame un minuto», en el que invitan a niños, jóvenes y adultos a unirse para pedir en oración por la trasformación de Guatemala. Y no está dirigido a un sector en específico, sea evangélico, católico o de otra denominación, sino a todo aquel que cree que hay un Dios.
Piense que la oración es más que una plegaria, rogativa, invocación o adoración, se trata de la comunicación directa con el Creador.
Y al estar conscientes que estamos viviendo capítulos difíciles en nuestro territorio nacional, tanto en materia económica como de seguridad, vale la pena que oremos lo siguiente:
“…Señor te doy gracias por permitirme abrir mis ojos un día más, gracias por darme un trabajo, gracias por darme la oportunidad de asistir a un colegio o universidad. Te pido Dios que nos des la tranquilidad que estamos buscando, danos paz a nuestros corazones; te pido Señor que envíes ángeles a cuidar de mí. Detén cualquier acto de violencia que me pueda dañar a mí y a mi familia. Dios te pido por la persona que está leyendo esto, dale fuerzas cada día para que pueda desempañarse de la mejor manera. Rogamos a ti Señor porque Guatemala salga adelante, que cambies a esas personas que sólo buscan hacernos el mal, enséñales de tu amor Dios, para que así podamos vivir en un país con temor a ti. Cuida a mi familia, a mis amigos y amigas y que su día esté lleno de éxitos y alegrías. Amén”.
Orar, señalan en la campaña, no tiene nada que ver con el credo que usted profese, con su situación económica, con su “clase” social o con su ideología política, es la convicción de saber que existe una fuerza superior que nos puede ayudar.
PUNTO FINAL. Dame un minuto, consiste en que cada día dediquemos un minuto de nuestro tiempo para elevar una oración a Dios, pidiendo por la paz de nuestro país. 